El
protagonista masculino de este documental se llama Jean-Luc Godard. La
chica se llama Angela, Nana, Veronica, Natacha, Odile y Marianne; se
llama Anna Karina. Sólo pasaron juntos cinco años, entre 1960 y 1965
(desde la explosión metafórica, en blanco y negro, de Sin aliento hasta
la literal y a colores con que termina Pierrot el loco): él escribiendo y
filmando, ella inspirándolo, dándoles rostro y voz a mujeres
inolvidables, iluminando películas con su mirada. Lagier piensa que JLG
dejó impresas en celuloide (en Una mujer es una mujer, Vivir su vida, El
soldadito, Alphaville, Asalto frustrado y Pierrot el loco, pero también
en las películas que hizo sin AK durante el período, sobre todo El
desprecio) huellas, pistas: los signos cambiantes de ese amor a una
mujer inseparable del amor al cine. Y sale a buscarlos, con inteligencia
crítica, en fragmentos de films a pantalla dividida, en fotografías
miradas con lupa, en un puñado de entrevistas, en la voz de Anna Karina,
para encontrar una película de amor que es también una historia del
cine, como la hubiera contado Godard. (FILMAFFINITY)
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