Es
de noche en Londres, la niebla es espesa y las calles están desiertas.
Un ciego camina con dificultad, mientras como fondo suenan las campanas
del Big Ben, el reloj del Parlamento. De pronto un grito rasga la noche.
Al día siguiente se encuentra un cadáver en el Támesis: el diagnóstico
es de muerte accidental. No obstante, el inspector Holt de Scotland Yard
sospecha juego sucio. Ya son varias las muertes similares y, en todos
los casos, se trata de un hombre de edad avanzada, viudo, sin familia
próxima y que disfrutaban de una acomodada situación económica. En las
ropas que vestía la última víctima aparece una pista, una hoja de papel
braille ¿Puede que haya reaparecido la banda de “Los ojos muertos de
Londres”, unos criminales ciegos que actuaban años atrás? Holt empieza
un largo camino de investigaciones, pero todo se hace difícil, ya que
los testigos que pueden facilitarle un indicio van muriendo uno tras
otro... (FILMAFFINITY)
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