El criminal / Concrete Jungle
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Sinopsis:
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Largometraje nº 11 de Joseph
Losey. El guión, de Alun Owen y Jimmy Sangster (no acreditado),
desarrolla un argumento de Jimmy Sangster, guionista notable de la
Hammer. Se rueda en exteriores de Londres y alrededores y en los platós
de Merton Park Studios (Londres) y Shepperton Studios (Shepperton).
Producido por Jack Greenwood, se estrena en septiembre de 1960 (RU).
La acción tiene lugar en Londres y cercanías, en 1959/60. Johnny Bannion (Stanley Baker) sale de prisión en libertad condicional, después de tres años de reclusión. Le esperan varios compinches, liderados por Frank Saffron (Grégoire Aslan), su novia Suzanne (Margit Saad) y su antigua novia Maggie (Jill Bennett). De ascendencia irlandesa católica, es ambicioso, codicioso, individualista, dominante y vengativo.
La película es un drama y un thriller criminal del subgénero carcelario. Presenta una descripción honesta y veraz de las condiciones de vida en las prisiones británicas en los años 50. Añade un retrato sincero de la brutalidad que caracteriza al submundo criminal de la época. El mundo carcelario se construye como una metáfora del mundo real, del que reproduce a escala la división entre grupos dominantes y dominados, la estructuración en jerarquías, el ejercicio del poder de forma autoritaria y despótica, la pulsación como inductores de la acción de la codicia, los deseos de venganza, la envidia y la práctica de la violencia. Ésta se presenta sin complacencias, con espíritu crítico y con indicaciones que invitan a su rechazo. Añade una interesante acotación sobre el viejo estilo de ejercer el poder, basado en la fuerza del individuo, y su sustitución inevitable por nuevas formas basadas en el grupo, la organización y la distribución de fuciones, que encarna el penado Mike Carter (Sam Wanamaker). Influido por Bretch, imprime al relato un pesimismo amargo, que refleja las percepciones del realizador. La narración, clara, briosa y vibrante, se apoya en un guión fluido e intenso, aunque algo frío. El film forma parte de la trilogia policiaca de Losey, junto con "La clave del enigma" (1959) y "Eva" (1962). Son destacables dos escenas: la fiesta tras el robo y el motín en la prisión. Son planos notables el de la presentación de la novia sobre imágenes de caleidocospio y el encuadre elevado del patio de la prisión en tiempo de receso.
La música, de John Dankworth, aporta una bonita y grata partitura de jazz. Incluye la balada "Thieving Boy", interpretada por Cleo Line. La fotografía, de Robert Krasker ("El tercer hombre", C. Reed, 1949), de inspiración expresionista, ofece encuadres de magnífico dibujo, juegos brillantes de planos picados y contrapicados, imágenes bien constrastadas y ambientes visuales que glosan el mundo interior de los protagonistas. Soberbio y sugestivo plano de cierre. (Miquel, FilmAffinity)
La acción tiene lugar en Londres y cercanías, en 1959/60. Johnny Bannion (Stanley Baker) sale de prisión en libertad condicional, después de tres años de reclusión. Le esperan varios compinches, liderados por Frank Saffron (Grégoire Aslan), su novia Suzanne (Margit Saad) y su antigua novia Maggie (Jill Bennett). De ascendencia irlandesa católica, es ambicioso, codicioso, individualista, dominante y vengativo.
La película es un drama y un thriller criminal del subgénero carcelario. Presenta una descripción honesta y veraz de las condiciones de vida en las prisiones británicas en los años 50. Añade un retrato sincero de la brutalidad que caracteriza al submundo criminal de la época. El mundo carcelario se construye como una metáfora del mundo real, del que reproduce a escala la división entre grupos dominantes y dominados, la estructuración en jerarquías, el ejercicio del poder de forma autoritaria y despótica, la pulsación como inductores de la acción de la codicia, los deseos de venganza, la envidia y la práctica de la violencia. Ésta se presenta sin complacencias, con espíritu crítico y con indicaciones que invitan a su rechazo. Añade una interesante acotación sobre el viejo estilo de ejercer el poder, basado en la fuerza del individuo, y su sustitución inevitable por nuevas formas basadas en el grupo, la organización y la distribución de fuciones, que encarna el penado Mike Carter (Sam Wanamaker). Influido por Bretch, imprime al relato un pesimismo amargo, que refleja las percepciones del realizador. La narración, clara, briosa y vibrante, se apoya en un guión fluido e intenso, aunque algo frío. El film forma parte de la trilogia policiaca de Losey, junto con "La clave del enigma" (1959) y "Eva" (1962). Son destacables dos escenas: la fiesta tras el robo y el motín en la prisión. Son planos notables el de la presentación de la novia sobre imágenes de caleidocospio y el encuadre elevado del patio de la prisión en tiempo de receso.
La música, de John Dankworth, aporta una bonita y grata partitura de jazz. Incluye la balada "Thieving Boy", interpretada por Cleo Line. La fotografía, de Robert Krasker ("El tercer hombre", C. Reed, 1949), de inspiración expresionista, ofece encuadres de magnífico dibujo, juegos brillantes de planos picados y contrapicados, imágenes bien constrastadas y ambientes visuales que glosan el mundo interior de los protagonistas. Soberbio y sugestivo plano de cierre. (Miquel, FilmAffinity)